Timothy Clark

Las organizaciones reflejan la calidad de sus líderes, lo que convierte al liderazgo en la disciplina aplicada más crítica. Sin embargo, este campo está lleno de teorías y mitos engañosos. En esencia, el liderazgo es una combinación de carácter y competencia. Los líderes con un fuerte carácter pero competencia limitada pueden tener dificultades para ser efectivos, mientras que aquellos con alta competencia pero poco carácter pueden representar un riesgo. Los títulos, posiciones y autoridad formal son solo superficiales; el verdadero liderazgo no se puede usar como un uniforme. Así como un suéter negro no convierte a alguien en un CEO de tecnología, el rango por sí solo no define a un líder; solo sugiere potencial.

En cualquier organización, dos procesos fundamentales impulsan el éxito: la ejecución, que entrega valor en el presente, y la innovación, que busca generar valor para el futuro. Los líderes enfrentan una tensión natural y constante entre estas dos demandas. Guiar una transformación con éxito es un desafío tanto emocional como organizacional que los líderes deben aprender a dominar. El Dr. Timothy R. Clark describe las etapas EPIC de este recorrido, ofreciendo herramientas prácticas para que los líderes emergentes puedan dirigir sus organizaciones a través de iniciativas ambiciosas en entornos dinámicos. Explica cómo los líderes pueden aprovechar y reformar la voluntad institucional para impulsar un cambio impactante.

Si el liderazgo se basa en la influencia, la inteligencia emocional es el camino para lograrla. Esta habilidad actúa como el mecanismo del líder para crear valor, fomentando la seguridad psicológica, un factor clave que permite a los empleados aprender, intercambiar retroalimentación y cuestionar normas con confianza. La investigación demuestra que la seguridad psicológica tiene un impacto significativo en las carreras individuales y en los resultados organizacionales. El Dr. Timothy R. Clark subraya que crear seguridad psicológica es ahora esencial para un liderazgo efectivo, lo cual requiere que los líderes integren respeto y permiso dentro de la cultura organizacional. Al hacerlo, las organizaciones pueden avanzar a través de cinco etapas de desarrollo: desde la exclusión y la falta de seguridad, hasta la inclusión, seguridad para aprender, seguridad para colaborar y, finalmente, seguridad para desafiar.

El micro-coaching es al coaching lo que la agilidad es a la estrategia. Tradicionalmente, las organizaciones establecen estrategias en sesiones anuales, fijando objetivos ambiciosos y planes a futuro. Sin embargo, en el entorno acelerado de hoy, estas estrategias pueden quedar obsoletas rápidamente. Dado que el valor es perecedero, como el hielo que se derrite, la cuestión no es si se desvanecerá, sino qué tan rápido. El coaching de liderazgo debe responder a esta necesidad de agilidad, enfocándose en la agilidad de aprendizaje, es decir, la capacidad de adaptarse a la velocidad del cambio o más rápido. El micro-coaching responde a esto al involucrar a los empleados en conversaciones de coaching breves y frecuentes, llevándolos progresivamente a través de tres niveles de responsabilidad: tarea, proyecto y resultado.

Como exatleta Académico All-American y académico de Oxford, el Dr. Timothy R. Clark aporta una comprensión profunda del coaching y la responsabilidad. Su investigación revela que muchos líderes mantienen a sus empleados en un nivel de responsabilidad de tareas, lo que fomenta la dependencia. En contraste, las organizaciones de alto rendimiento elevan a los empleados de la responsabilidad por tareas a proyectos y, finalmente, a la responsabilidad por resultados, donde surgen el verdadero compromiso, la creatividad y la autonomía. Clark explica que la “magia” ocurre en esta última transición, donde los individuos experimentan un máximo compromiso y un crecimiento profesional transformador. También comparte sus hallazgos sobre patrones de delegación, demostrando cómo los líderes pueden mejorar su impacto evitando las trampas de estilos de liderazgo como el jefe ausente, el amigo y el microgestor.